Si tomamos como ejemplos al director de cine Carlos Saura
y a la baronesa Thyssen en las entrevistas de ambos más recientes que
aparecieron en los medios de comunicación, vemos que el mundo cambia a pesar de
que ellos no reman en la misma dirección.
Si tenemos en cuenta también que son personas de
reconocido prestigio en la cultura, es lógico que sean modelos a seguir por
generaciones presentes y venideras. Y es por eso, porque son personas
influyentes, por lo que merecen ser analizados sus casos en este artículo sobre
masculinidad y feminidad.
Carmen Cervera, baronesa Thyssen, respondió a Jodi Évole
en la temporada más reciente de Salvados
(La Sexta) que no tenía sentido denunciar abusos sexuales en el cine
treinta años después. Esto, viniendo de una actriz y modelo, es reseñable. Pero
lo es también porque, al contrario de lo que ocurriría con otros temas tratados
en la entrevista, Évole no indagó en ese pensamiento de la ex actriz. Nadie en
el mundo de la comunicación y el periodismo puso el grito en el cielo por haber
dejado el prominente periodista tal tema colgando.
El movimiento "Me Too" no es algo pasajero. Es
de esperar que ya nada sea igual a partir de él. Que cambie el cine en sí mismo,
es lo que convierte al movimiento en algo extraordinario. El tiempo dirá si es
así, pero ya lo parece.
¿Se atreve algún director de cine a hacer hoy una
película como "Erase una vez en América" (Sergio Leone, 1984) con el
mismo enfoque? Se puede contar la misma historia, los mismos hechos, pero
estaría quebrada sin el punto de vista de las mujeres.
Sin contar con las mujeres hizo Tarantino su última
película "Erase una vez en Hollywood" y ahí están los resultados,
decepcionante incluso para los seguidores de este director.
Ana del Barrio, entrevistadora de Carlos Saura para El Mundo, introduce el tema del
feminismo recordándole sus propias palabras que "siempre ha hecho lo que
las mujeres han querido". El director de cine reconoce que las
reivindicaciones de las mujeres van a cambiar el mundo aunque bosteza una serie
de frases manidas y consabidas sobre machismo, feminismo, las mujeres en el
poder, etc, y asegura que no es machista
porque nunca lo ha sido.
Saura dice cosas sorprendentes como que está naciendo
odio hacia el hombre y a renglón seguido
anima a las mujeres a tener relaciones lésbicas porque así, de ese modo, se
libran de problemas en relaciones heterosexuales. Incluso se queja de que de
este tema no se habla demasiado. En el mismo orden de cosas aconseja que se hable
más de ejemplos positivos de hombres no violentos.
A la pregunta sobre si cree que hay un auge de relaciones
sexuales entre mujeres afirma que "está claro". Pero viniendo de un
director de cine emblemático, parece escasa su argumentación. Es mucho más visible
la homosexualidad masculina que la femenina. Y el hecho de ser más visible una
que la otra ya merece una explicación detallada, que no puedo ofrecer en este
artículo.
Lo que parece insostenible es que las mujeres tengan que
refugiarse en ellas mismas porque los hombres son violentos. Habrá que cambiar
el mundo para que sea más agradable para todos, sin exclusiones.
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