La victoria de François Hollande

Me alegro por el Partido Socialista Francés y por todo el electorado participante, porque a todos ellos les ha brindado su triunfo François Holllande. Dijo, como se esperaba, que quería ser el presidente de todos los franceses. En estos casos se entiende que quiere ser aceptado también por los que apostaban por la victoria de su contrincante o la de otros líderes que no han obtenido opción en la primera vuelta de las presidenciales. Su victoria también puede ser un poco la de todos los europeos ya que en contra del mensaje imperante ante la crisis financiera, Hollande habla de reformas financieras, aporta ideas y propuestas económicas que no se ciñen al rigor del déficit o de contener el gasto sin más. Se esperaba con el cambio de líder en Francia que se abriera una puerta a la esperanza en el rumbo de las políticas económicas y sociales de la Unión Europea. Vamos a ver si es posible. El que ha ganado no es un líder al uso y eso me gusta y me alegra. Tiene ahora la oportunidad de demostrar su valía, que es mucha, según algunos, y desmontar el esquema que le habían hecho otros, consistente en que carecía de carisma y que era un eterno perdedor. Lo bonito comienza ahora. La biografía del político dado por muerto renace contra pronóstico y es fácil que cree en la gente expectativas ilusionantes. De eso se trata, al fin y al cabo, cuando se hace política.-