Parece
que vamos a tener gobierno, pero trabajo ha costado. Se premia a los que
dialogaron durante siete semanas. El PSOE va a tener presidente elegido en las
urnas y en Las Cortes, y Esquerra Republicana de Cataluña se gana la
Generalitat por vía judicial. De presidente a presidente, Pedro Sánchez hablará no con Quim Torra sino
con Pere Aragonés. Ahora es más fácil que nunca ese diálogo de Gobierno a Gobierno
que reclamaban los nacionalistas.
Me
gustó el lenguaje del acuerdo entre ERC y PSOE tan rimbombante y correcto, tan
pulcro y tan impreciso. Que vengan los relatores a aclararlo. Algunos ya lo han
querido hacer nada más conocer el documento. En parte fue alabado por no
comprometer a nada al Partido Socialista, otros acusaron a Pedro Sánchez de ser
nada menos que un entreguista de la unidad de España.
"El
reconocimiento del conflicto político", bien, vale. Suena bien.
"Creación de una mesa bilateral de diálogo". ¿Por qué no? El diálogo
en política es importante siempre. "...acuerdos que cuenten con un apoyo
amplio de la sociedad catalana", ¿quién va decir que no a esto?
Unas
fiestas de Navidad, Nochevieja y Reyes
cargantes por lo centradas que
estuvieron en la política, en los insultos y descalificaciones, en las fake news y en la manipulación.
Una
dirigente de las tres derechas llamó a los barones socialistas para que se
opusieran al acuerdo por entender que Pedro Sánchez entregó la soberanía
popular al independentismo catalán, otra llamó a la movilización contra el
"Gobierno de la mentira y la sedición". Incluso en una televisión que
no voy a citar, se dijo antes de dar paso a las palabras de Emiliano
García-Page: "advierte a Pedro Sánchez", pero en sus declaraciones no
advertía nada, sino que aclaraba hasta dónde llegaba el acuerdo firmado y hasta
dónde no. ¡Lo nunca visto hasta ahora en la deriva informativa política!
Todos
contra Sánchez, parecía un slogan oculto estos días de escasa información de
trascendencia. "Acuerdo de espaldas
a la Constitución" rezaba un titular de un diario monárquico.
"Sánchez debe explicar la fórmula acordada con ERC para Cataluña",
decía otro más sutil. "La madre de Salomón. La sensación que queda a los
votantes es la de la mala madre del juicio de Salomón. La que quiso partir al
niño por la mitad", nada menos, ilustrado este último en el diario El Mundo con el abrazo de Pedro Sánchez
y Pablo Iglesias. La beligerancia de algunos periódicos fue total a lo largo
del proceso de negociación para la formación de Gobierno.
Y el
caso es que el protagonista parecía fomentar ese acribillamiento sin piedad,
pues no respondía a nada, y tampoco aceptó preguntas de periodistas en su
principal comparecencia pública, lo que le costó nuevas críticas y más presión
sobre él.
La CEOE
no ayuda, avisa de que habrá más paro con el acuerdo de PSOE-UP para formar
Gobierno. La economía solo sube un 2% ( ¡solo un 2%! ), y la culpa es de
Sánchez. Hagan algo, parecían reclamar los diarios estos días. El Ibex sube,
pero no parece ser noticia de importancia en
esta lucha para controlar el acuerdo de Gobierno y la investidura de
Pedro Sánchez.
Un
nerviosismo feroz alimentado por dimes y diretes de las redes sociales, donde
se desfogan los militantes más descontentos de las tres derechas.
También en Diario Siglo XXI
También en Liverdades
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