La
repetición electoral de ayer fue un fracaso para el partido mayoritario y
ganador de las elecciones. La formación de gobierno está peor ahora que antes.
Hay dos
personas que deben presentar su dimisión hoy, si no lo han hecho ya. Son Albert
Rivera e Iván Redondo. El primero por haber perdido la oportunidad de formar
gobierno de mayoría absoluta con Pedro
Sánchez con los resultados del 28 de abril. El segundo por ser el ideólogo de
la repetición electoral sin intentar un acuerdo
antes con alguna de las fuerzas políticas con posibilidades de gobierno.
Los dos son ahora prescindibles, incluso entorpecen el trabajo que hay que
hacer desde ya.
La
labor que tienen encomendada Pedro Sánchez y Pablo Casado es la formación de
una gran coalición. Sí, esa que no quiere la militancia socialista y que no
desdeña la de los populares.
La gran
coalición, de los dos partidos mayoritarios, es la única salida tras la
repetición electoral. Primero porque ya la han ensayado cuando gobernaba
Mariano Rajoy y fue necesario aplicar el artículo 155 de la Constitución en
Cataluña. Gracias a ese ensayo, el PSOE pudo afrontar una moción de censura
increíble incluso para quienes la protagonizaron.
La gran
coalición es necesaria para apaciguar la convivencia en Cataluña, inflamada con
el proceso de independencia. Es necesaria para la supervivencia de ambos
partidos también, porque a derecha e izquierda tienen formaciones que afloraron
en contra del bipartidismo. Estas formaciones amenazaron y amenazan con hacer
el sorpasso a cualquiera de ellas.
Claro
que la gran coalición es un riesgo, especialmente para el PSOE, que puede verse
absorbido por la situación y desdibujar su futuro.
No es
cierto, como argumentó hace poco el Partido Popular, que con la gran coalición
se regala una oposición fácil a la extrema derecha de Vox. Bien es cierto que
la respuesta quizá respondía a la posible abstención del PP para que gobernara
Pedro Sánchez.
En la
oposición quedan dos grupos opuestos, Unidas Podemos y Vox; el segundo con 52
diputados y el primero con 35. Que ambos voten en contra de un gobierno de
coalición, junto con los grupos independistas, serán ocasiones que merman su
propio futuro, no el del gobierno, afanado en cuestiones principales que
importan a la ciudadanía.
La gran
coalición es necesaria por la situación de crisis territorial en Cataluña, por
la situación económica incierta y porque no hay mayorías que den estabilidad
política.
Las
votaciones dieron un resultado que obliga a los dos grandes partidos a
entenderse, si bien será duro para uno y otro compartir consejo de ministros,
repartirse las responsabilidades de gobierno y mantener el tipo ante sus
electorados.
Con
Pablo Casado de vicepresidente, Pedro Sánchez tendrá que convertirse en otro
dirigente. Quizá ya lo vimos ayer ante sus seguidores cuando les dijo "basta,
dejadme hablar", porque los agrupados pedían con "Casado no",
"con Iglesias sí".
La
militancia tiene razón según qué momentos y según qué cosas. La responsabilidad
de gobierno exige maniobras retorcidas a veces, aunque siempre tienen que ser
entendibles y bien explicadas.
La gran
coalición comienza por compartir el espacio de La Moncloa y eso será como vivir
bajo el mismo techo un matrimonio que tiene puesto fin a su convivencia. Será
para ambos partidos un tiempo provisional, con medidas provisionales, con leyes
de máxima necesidad que aprobar y con
acuerdos de urgencia que vayan marcados por la agenda de las instituciones del
Estado.
En
cierto modo será un parón a la política actual y también un avance, según se
refleje lo que acuerde el Gobierno, que será el de todos y el de ningún
partido.
Viendo
la situación como la peor, nos imaginamos a los ministros respondiendo según
conveniencias, sin unidad de acción y negando lo que sus compañeros y
compañeras de gabinete dicen en determinados momentos, en determinadas crisis
departamentales por cuestiones puntuales.
Nos
podemos imaginar incluso un gobierno con dos cabezas diferentes yendo a su aire
cada una de ellas, haciendo fracasar el acuerdo alcanzado porque sucumben a las
intoxicaciones en la comunicación.
Ahora
viene el momento en el que se demuestre que hay capacidad de hacer política a
lo grande, teniendo en cuenta el interés general.
¿Lo
sabrán hacer?
También en Diario Siglo XXI
http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/1628325/gran-coaliccion
y Liverdades
https://liverdades.com/la-gran-coalicion/
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