EL PAPA PREOCUPADO POR LA CONDENADA A LAPIDACIÓN
Esperemos que Sakineh Mohammadi Ashtianí encuentre en Benedicto XVI el apoyo necesario para que se salve de la muerte en Irán. La mujer, como saben, está condenada a morir lapidada por presunto adulterio. Lo de "presunto" lo utilizo aquí como incomprensible delito, y no "presunto" porque tenga que probarlo el tribunal juzgador.
Confío en el Estado de la Ciudad del Vaticano, en su poder, en su diplomacia y en su capacidad de influencia. A lo largo de la historia se ha visto, y se está viendo cómo consigue liberar a presos en Cuba. Hasta los revolucionarios de izquierda atienden las llamadas del Vaticano. Es un Estado sumamente poderoso y fuerte. Esperemos que evite que la condena se ejecute. Puede más el heredero de San Pedro en Roma que 260.000 firmas de diversas organizaciones internacionales, que piden no a la ejecución. Recientemente Irán dio a conocer la idea de que revisará la condena.
Ahora, si consigue el Estado de la Ciudad del Vaticano evitar la muerte de esta mujer iraní, sería aconsejable que continúe su trabajo y revise la doctrina respecto a las mujeres que profesan la religión cristiana.
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