Es decepcionante escuchar, leer y ver las noticias que nos llegan desde Londres sobre los disturbios en las calles de diferentes ciudades de Inglaterra. Nada nuevo, si tenemos en cuenta lo que ha pasado en otras ocasiones en el país. El racismo se oculta y el discurso que nos llega es el de la élites dominantes. El mensaje que se transmite es que hay descontento, pero no sabemos a qué se debe. No hay testimonios de los que se manifiestan. Escuchamos a los que tienen miedo de la violencia desatada, pero no nos llegan los contenidos de quienes tienen razones para protestar.
Los medios de comunicación se alinean con las clases pudientes y parecen disponerse a esperar que todo acabe de una vez sin responder a tantas preguntas que nos hacemos. Por lo "políticamente correcto" no sabemos si quienes murieron pertenecen a una raza u a otra, pues ese es el meollo de la cuestión. Este es un discurso de ideología y poder y deberíamos saber cómo se estructura el poder sobre los que se manifiestan, no sólo cuando se pretende aplacar a los que participan en los disturbios. Hay algo que está cuestionando la estructura social y no se dice. Tiene que haber detrás de estas protestas relaciones de poder desiguales y los medios parecen haberse alineado con los que dominan la situación, aunque sea con porras y otros instrumentos de control policial. Una pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puede dejar su comentario.