Es agosto y se produce una habitual escasez de noticias, pero tenemos la de Aznar, que fue a Melilla. Allí habló de dejadez del Gobierno y acoso. Es el mismo de siempre, con el labio superior inmóvil; más visible sin bigote o quizá con unos pelos canosos que lo desdibujan. La mirada más profunda que antes. La misma voz, el mismo tronío y las mismas ganas de hacer triunfar el orden: surge el líder donde crecen las malas hierbas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puede dejar su comentario.