REMODELACIÓN DEL GOBIERNO
Fue por sorpresa. Así nos cogió Zapatero esta vez. A todos/as nos pilló con el pie cambiado en su indecisión y esta vez tramaba algo de verdad. Con esta remodelación perdió la esencia del presidente de la igualdad y se convirtió en uno más, que vuelve por sus fueros al rescate de barones fuertes para justificar unas políticas impopulares y draconianas. Quizá las únicas posibles, pero son especialmente relevantes cuando las adopta un presidente socialista. Tenemos la impresión de que las crisis bancarias, los errores que cometen otros, en otros lugares, en otras instancias, nos afectan más cuando la gestión depende de un gobernante de izquierda.
En la búsqueda de alternativas Zapatero no encontró mujeres con perfil lo suficientemente fuerte para sustituir a las que tenía y rompió la paridad. De alguna manera rompió la baraja. Estamos acostumbradas/os a que lo primero que se pierda en una crisis, tanto de gobierno como económica, sea la paridad. Ha dado la razón a la derecha, el Ministerio de Igualdad no hacía falta. Una vez más se comprueba que la igualdad da un paso adelante y dos atrás. Estamos de vuelta por el camino andado. No tendría mayor importancia si se tratara de un simple cambio de caras, pero estamos jugando con derechos adquiridos, derechos que justificaron unos votos y una confianza a una determinada política social. Por la igualdad. Ahora parece que toda aquella ilusión generada no fue más que una gran mentira, un gesto hacia la galería.
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