EL PAPA Y EL PRESERVATIVO


El Papa es inteligente y muy listo, pero no es infalible. Si hace un año declaraba en África que el preservativo no era la solución para evitar la propagación del sida, ahora lo admite en determinados casos. Parece que habla de cosas distintas y así justificaría que no es una rectificación, pero lo es. Ahora "autoriza" el uso del condón en determinados casos. "Pueden darse casos particulares en que está justificado el uso del preservativo", palabras dichas a uno de sus fieles entrevistadores para un libro de cuyo texto se publicó un extracto en el periódico oficial del Vaticano.

Añade Joseph Ratzinger "Por ejemplo, cuando una prostituta utiliza un preservativo y éste puede constituir el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar otra vez la conciencia de que no se puede hacer todo lo que se quiera", palabra del Papa. Luego la prostitución existe para la Iglesia. Aquí tenemos su regulación, su visibilidad, su utilidad social. Las mujeres son importantes porque son las encargadas de manejar el preservativo, de evitar el contagio de enfermedades.

Entendemos que en casa también puede haber preservativos para los ya infectados; los que vienen del prostíbulo sin haberlos utilizado. Y cabe preguntarse que hará el Papa con estos pecadores del sexto mandamiento. No sabemos si podrán procrear gracias a la ciencia hijos e hijas libres del virus VIH o no. Si se sigue el método del laboratorio serán hijos/as  no reconocidos/as por la Iglesia. Si se engendran al natural y traen el virus son hijos de Dios.

Una vez infectados los varones tendrán que dar cuenta de su nueva condición en casa ¿ Y qué tendrán que hacer, ponerse o no el preservativo? En resumidas cuentas, parece que el pecador no tiene derecho a evitar que nazcan niños y niñas seropositivos/as.  Pero no le hemos preguntado a las esposas ¿Les damos a ellas también el preservativo? Así las convertiríamos en colaboradoras de las prostitutas. Que responda el Papa.