LA CRISIS BANCARIA Y LA CONFIANZA


El mejor amigo del mercado en estos momentos, que es el ladrón bancario, se llevó el dinero y quieren que la bolsa recupere la confianza. Mejor dicho, quieren que el mercado, que todo lo regula, recupere la confianza y no haga de las suyas. Es contradictorio. Irlanda era el paradigma del desarrollo económico (o crecimiento, milagro, o como se quiera decir) y se ha caído. Ha tenido que pedir que le rescaten. Cuando uno se aventura por una senda desconocida, insegura y aparentemente muy atractiva puede que tengan que venir a salvarle.

En esta crisis, que la pagan los de siempre, poco podemos hacer los de a pie. Si quien vive de nuestro ahorro, de nuestro esfuerzo y de nuestro trabajo, se larga con la bolsa del crédito, es para no devolverlo. Quieren que vuelva la confianza, pero se ha ido muy lejos en el saco del rapto.

Como el dinero no tiene equivalente en oro, medimos el cada día con la confianza en el mercado, pero todo es un juego de apariencias y el dinero parece tener alas. Es más, ya no necesita ni volar. Se representa virtualmente, ahora que ya no tiene como referente el lingote de oro. No queda ni la maqueta para fabricar algo semejante. También se la llevó el ladrón bancario.