EN LIBERTAD LAS HERMANAS SCOTT


Gladys y Jamie Scott fueron condenadas a cadena perpetua en Estados Unidos por robar 11 dólares. Llevaban 16 años en prisión en el estado de Mississippi cuando hace unos días el gobernador republicano tuvo la gran idea humanitaria de concederles la libertad a cambio de que una de ellas done a la otra, enferma, un riñón.

Se van a Florida, donde tienen familiares, para proceder a la operación. Sin embargo todavía falta saber de dónde van a sacar el dinero porque el hospital y los cirujanos cobran por el trabajo, y mucho. Si robaron a mano armada cuando una de ellas justo acababa de entrar en la mayoría de edad y la otra no había alcanzado esa línea, es porque no tenían para vivir. Se supone que ahora, al salir de la cárcel, tampoco tienen con que pagar. Ya veremos cómo lo resuelven ellas o quien les ayude.

Decir al respecto que causa pavor la vivencia de estas dos mujeres afroamericanas, ciudadanas del país que suponíamos más adelantando del mundo; el país que impone políticas y condiciones de vida no sólo en su territorio sino que también extiende su poder y su influencia en los cinco continentes, no es capaz, sin embargo, de conceder un estatuto de ciudadanas con todos las condiciones, incluidas las sanitarias, a las hermanas Scott. Por esta y por otras muchas razones ganó Obama las elecciones pero lo vemos atado a varios enigmas para sacar adelante una política que no sea enmendada una y otra vez por los lobbies, sean los que sean. El revulsivo electoral no fue suficiente, en los Estados Unidos se hace necesario un cambio de reglas de juego. Debe ser enormemente frustrante tener las ideas, saber dónde está el problema y no poder abordarlo. Ese debe ser el pensamiento del actual presidente de los Estados Unidos. Tiene un enorme reto por delante.